Alberto Abad, ex titular de la AFIP desde 2002 hasta principios de 2008, aseguró en una entrevista concedida a Ámbito Financiero durante el Coloquio de IDEA que "aumentar las alícuotas impositivas es fácil pero el desafío es ampliar la base y atacar el trabajo no registrado".
Las principales declaraciones fueron las siguientes:
- ¿Cómo evalúa la presión tributaria?
Las provincias avanzaron mucho en su capacidad de recaudación, se ubican en el 6% de presión tributaria total. Es una buena noticia desde la capacidad de las provincias para recaudar, pero también estos niveles tienen que hacer reflexionar sobre la competitividad empresaria. Es un problema de buscar equilibrio. Otro tema es enfocar menos en las alícuotas y más en la base. Hay que ampliar la base, pensar en la evasión en el IVA, en el trabajo no registrado, éste es el desafío. Aumentar la alícuota es fácil, pero de esta manera se castiga a pequeñas y medianas empresas que, en algunos casos, no están formalizadas porque no tienen capacidad cuando recién nacen. Hay que mirar el tema con inteligencia y sintonía fina.
- Los sindicatos sostienen que el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias sigue desactualizado. ¿Cuál es su opinión?
Nuestras conducciones políticas, sindicales, económicas han equivocado, han confundido el enfoque. Se dice que no puede haber impuesto al trabajo, cuando en todos los países se paga el Impuesto a las Ganancias. El problema es que en la Argentina se buscó la solución fácil de subir los mínimos no imponibles y no modificar las escalas. Sueldos de $20.000 ya entran a escalas de tributación gigantesca. Entonces, antes que subir el mínimo, se trataba de bajar las alícuotas. Hubo una desarticulación de la lógica del Impuesto a las Ganancias, que debía ir subiendo el mínimo no imponible sistemáticamente, que ha destruido la lógica del impuesto. Habría que revisarlo. Coincido con que no paguen los sueldos de menos de $15.000, pero desde ahí las alícuotas deberían ser menores, para que tenga un efecto progresivo. Al no adecuarse las alícuotas, se está perdiendo progresividad, cuando debería tenerla. Otro tema central es la inflación, que empieza en el bolsillo y termina en la cabeza. Desarticula y desvirtúa todos los sistemas, incluso el sistema impositivo. Con inflaciones del 25% anual cualquier sistema impositivo hace agua.
- ¿Se necesitaba un segundo blanqueo?
Soy un enemigo conocido de los blanqueos, me opuse al primero y al segundo. Es defraudar al cumplidor, destruir la cultura tributaria, es una señal de desinstitucionalización que nos va a costar mucho recomponer, porque será muy difícil recuperar la confianza de la gente para que sienta que se respeta al que paga en tiempo y forma. Fue una decisión oportunista. El primer blanqueo incluyó un indulto de denuncias penales. Soy enemigo de blanqueos y moratorias.
- ¿Los empresarios son responsables del empleo en negro?
Hay una responsabilidad compartida de empresas y sindicatos. Son socios, interlocutores necesarios y obligados, y el mundo del trabajo es clave porque ahí se genera el empleo, que es dignidad, innovación y también progreso material. Si no podemos tener un esquema inclusivo para que aumente el trabajo registrado, vamos a tener problemas. Escuché ideas de proyectos del Gobierno para dar soluciones a las pequeñas empresas. Está bien, porque ahí está el mayor problema, que se da en firmas de cinco o diez empleados. Ahí sí debe haber un mecanismo de promoción, con subsidios hasta que estas empresas tengan pies más firmes. Y después avanzar con un círculo virtuoso que vaya integrando. Es como trata de hacer con el monotributista, que termina siendo un contribuyente de Ganancias y de IVA.
- ¿El Estado, como empleador, es parte del problema?
Con el tema del trabajo no registrado hay responsabilidades públicas, empresarias y sindicales. Es un buen espacio para hacer ejercicios de proactividad y generar condiciones que impacten no sólo en la competitividad económica, sino también en la competitividad social. No podemos permitir que haya gente que no tenga seguridad social, jubilación u obra social.
- ¿Cómo debería hacerse?
En el Estado hay gente idónea que fue desplazada. Cuando yo fui a la AFIP no llevé a nadie. Ya estaba la capacidad instalada. Hay una masa crítica muy seria, que se puede poner en marcha rápidamente.
- ¿Cómo ve la situación del país?
Difícil. El cepo habla de un agotamiento de la caja en dólares. Y el déficit fiscal está aumentando, lo que habla del agotamiento de la caja en pesos. Comparo dos estrellas del modelo: derechos de exportación y subsidios. En 2007 los subsidios eran el 70% de los derechos de exportación. En 2012 los subsidios fueron el 160%. Necesito todos los derechos más un 60% extra solo para financiar los subsidios.
¿Qué quedó del modelo?
Muy poco. Porque se basaba en los superávit gemelos, en un tipo de cambio competitivo e inflación controlada. Hoy el balance comercial está jaqueado por problemas en la matriz energética, el balance fiscal ya es deficitario y el tipo de cambio dejó de ser competitivo.
- ¿Cómo se resuelven estos problemas?
Hay que sincerar los problemas, concensuar soluciones y prever que el costo no lo paguen los que tienen menos. Esto es lo básico. El sistema hay que revisarlo.
- ¿Se tomarán medidas después de las elecciones?
No sé, es muy difícil, cada vez que pensé lo que iba a hacer el gobierno, pasaron cosas distintas. No puedo ponerme en sus zapatos. No soy capaz de predecir los comportamientos del gobierno.
- ¿Qué hay que hacer?
Sincerar las cosas, combatir la inflación. Los problemas no se resolverán en un año, hay que hacer un programa de tres o cuatro años, confluir la inflación con la emisión monetaria y las remuneraciones, para lograr un sistema que sea estable. Este está perdiendo viabilidad. Además hay que aumentar la productividad. Hay varios sectores con capacidad de respuesta muy rápida, como el campo, que con algunos acuerdos de niveles de producción versus bajas en las retenciones pueden traer un efecto rápido, que es multiplicador para toda la economía. Además, falta un mecanismo de integración social y acuerdos estratégicos con países limítrofes. Y explorar otras áreas de actividad donde Argentina es muy creativa, como servicios, software, publicidad, diseño. Hay un mundo que está esperando y hacia ahí el país debe ir. Pero primero hay que aceptar los problemas para encarar una solución.
- ¿Cómo se puede mejorar la gestión pública?
Faltan mecanismos de mérito para el reclutamiento en el sector público. Este tiene que ser claro y transparente, porque los simples no pueden manejar lo complejo. El sector privado también tiene responsabilidad, porque los empresarios no forman a sus hijos para ir al sector público, sino para grandes multinacionales, bancos, etcétera.
|
Bienes Personales: habrá que pagar más impuestos por la revaluación de los au
AFIP: Intercambia información tributaria con China
La AFIP perseguirá por dos años a monotributistas que pasen a facturar menos d
AFIP: Prevee incremento del 30% de la recaudación de la seguridad social