Desde que se instalara la restricción a la compra de dólares, a fines del año pasado, el sector inmobiliario comenzó a evidenciar una caída en las operaciones que, por otra parte, se hace cada vez es más evidente.
En un informe elaborado por Reporte Inmobiliario se constató que en septiembre pasado bajó un 50% la cantidad de departamentos publicados en avisos clasificados en el ámbito de la ciudad e Buenos Aires, respecto al mismo mes del año anterior.
Incluso, estos datos indican que el nivel actual de ofertas resulta ser el más bajo de todos los relevados por la consultora, que comenzó con este tipo de conteos en septiembre del año 2000, en base a anuncios ofertados los días sábado, de acuerdo al barrio y zona de ubicación.
De hecho, las cifras actuales representan un 30% menos de las registradas en el mismo lapso del 2002, en medio de una de las peores crisis económicas de la historia del país (ver gráfico):
"Uno de los orígenes de esta situación es la retracción en las ventas que viven los operadores inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires", señalóm Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario.
Además, recalcó que en Capital Federal la mayor cantidad de departamentos son usados y que éstos son considerados por sus dueños como un resguardo de valor.
Además, señaló que para desprenderse de su unidad requieren a cambio dólares o el equivalente en pesos, pero a un tipo de cambio muy cercano al del mercado paralelo.
Esta situación no es convalidada por los compradores, porque pretenden abonar en moneda local a una cotización menor. O bien prefieren esperar y no desprenderse de sus dólares (aquellos que los tienen).
En tanto, quienes disponen de pesos se muestran reticentes a recurrir a las "cuevas" y pagar $6,33 por billete, más allá de las complicaciones que pudieren derivar a la hora de justicar el origen de esos fondos.
En la otra vereda, la mayoría de los dueños prefiere "sentarse a esperar", quitarle el cartel de "se vende" y cambiarlo por el de "se alquila", pese a que la rentabilidad de esta opción no es muy atractiva, ya que se mueve entre el 3% y el 5% de ganancia neta.
En tanto, ya no sucede lo que ocurría hace unos meses atrás, cuando muchos aceptaban un intercambio a un "dólar celeste", que es la cotización intermedia entre el dólar oficial y el blue.
"Hoy eso ya no ocurre para los usados. Porque el monto intermedio ya les parece bajo a los propietarios. Y ahora el tipo de cambio solicitado se acerca más al del paralelo", opinó Gómez Picasso.
Esto explica los preocupantes números actuales citados, en lo que a inmuebles ofertados y publicados se refiere.
"Prefieren sacarlos de la venta porque no están dispuestos a bajar el precio", enfatizó el experto.
Además, señaló que las contadas transacciones que se realizan por el momento son en base a un descuento de alrededor del 15% sólo para desembolsos en dólares y en la mano. Esto, por el mayor poder negociador que tienen quienes disponen de billetes verdes "constantes y sonantes".
A la vez, la baja en la cantidad de clasificados se debe, según Gómez Picasso, a que las inmobiliarias disponen de menos presupuesto para destinar a la publicación de avisos, producto de la caída en el nivel de actividad.
Al no venderse las propiedades, el costo de estos anuncios se torna "importante". Se estima que el valor de un clasificado para Capital y GBA puede rondar entre los $260 pesos y los $350 pesos, además de tener que recurrir a un mayor número de repeticiones.
En cuanto a las zonas que más han sentido este impacto, el informe determinó que el corredor "centro" de la Capital Federal fue el más perjudicado. "Su oferta se desbarrancó un 70% desde septiembre del 2006 al mismo mes de este año".
La franja central contempla barrios como Caballito, Flores, Parque Centenario, Villa Crespo, Devoto, Agronomía, entre otros.
|
El dólar sin cambios en la apertura
Las ventas de combustibles pasarán de estar gravadas en forma uniforme al 3,40%
Crece la presión sobre autónomos: la AFIP reglamentará la suba de los aportes
Quieren vender más productos lácteos a China